Hay un elfo loco en mi corazón

Hace años, Gonzalo, Pau y yo nos sentamos un verano a jugar una partida de rol del modo más inocente. Era una aventura corta, que debía mantenernos distraídos mientras el resto de jugadores (David y Arturo), lidiaban con sus respectivas dosis de vida real. Una partida íntima, jugada a tres bandas, lo que en rol significa con dos únicos personajes jugadores: Delbaeth, el elfo gladiador, y Ratón, el mediano sicario.

Este es uno de los primeros dibujos que realicé sobre cierto elfo gladiador.
Este es uno de los primeros dibujos que realicé sobre cierto elfo gladiador.

Tomás Riviera en su exhaustiva reseña sobre la que hoy es una novela, la calificó como «buddy movie». Desde luego, eso fue también en su origen, pues las diferentes personalidades de ambos protagonistas nos mantenían a todos discutiendo, riendo y llegando a compromisos mientras intentábamos salvar un reino de Fantasía, algo en lo que progresábamos sin mucho éxito a veces, y llenos de heroísmo en otras.

Fui yo quien propuso a Gonzalo que escribiéramos esta historia, pues siempre creí que en ella había material de sobra para crear un buen libro de Fantasía.  A estas alturas podemos afirmar que la acogida por la novela ha sido increíble. Delbaeth Rising: Camino de Odio me ha reportado las mayores alegrías de mi «carrera» literaria, y lo digo con comillas al tener claro que mi futuro, al menos el inmediato, debe hollar otras sendas.

Puro amor. Puro grimdark.
Puro amor. Puro grimdark.

Es también una alegría levantar la cabeza del teclado y darse cuenta de que esta historia está bendecida por el poder de la amistad. El caso de Gonzalo, mi mejor amigo desde hace muchos años, con el que hemos construido esta novela codo con codo (ni una sola página de la novela ha sido escrita sin trabajar ambos el texto). David, sin cuya ayuda y compromiso en la edición habría sido imposible conseguir un acabado tan profesional para la historia. Darya, que comenzó siendo una extraña pero que puso las cosas tan fáciles y con tanto cariño que a día de hoy, a pesar de la distancia, es imposible considerarla una simple colaboradora.

Pero sobre todo, me acuerdo de todas las personas que nos brindaron su apoyo, que nos cedieron espacio en sus blogs, muros de Facebook, Timelines de Twitter; a los mecenas que confiaron en esta locura cuando solo tenían a mano un primer capítulo y la verborrea de dos tíos jugando con dragones frente a una cámara. Y por todas esas personas que nos jalean continuamente como a gladiadores, exigiendo con cierto tono de amenaza una nueva aventura de Delbaeth, que cierre el ciclo de los sucesos llevados a cabo en un lugar conocido comúnmente como el Reino.

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Por todas ellas, por todos vosotros, por el poder de la amistad, y a pesar de que no me siento con muchas ganas de seguir escribiendo en los albores de este año de 2017, os digo que Delbaeth Rising: La enemistad de un mago todavía domina por completo mi imaginación y mis esfuerzos.

Os dimos sangre, pero pedisteis más, y tanto Gonzalo como yo os la vamos a dar.

Gracias…

Autor: vicblanco

Escritor de Fantasía, barbudo, hombre ola.

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